Hola bombones!!
Ya he vuelto de mi viaje!! Como os comenté iba a estar unos días de desconexión total de redes y del blog, y así ha sido! Nuestro destino fue China y el contraste es tal que todavía estoy asimilando muchas de las cosas que descubrí allí.
Aunque he tenido la suerte de viajar bastante(nunca lo suficiente, por supuesto!), China no se parece en nada a ninguno de los países que conocía hasta ahora. No había estado en ningún país asiático y aunque iba prevenida, me sorprendió muchísimo. A principio de año comentaba que quería salir de mi zona de confort, bien, pues China te saca de ella a base de leches.
Voy a ser sincera. Tenía unas expectativas altísimas con los "monumentos típicos", demasiado altas para la realidad. Además como os digo el choque cultural es tremendo, siempre había pensado que la sociedad española era bastante maleducada, bueno pues he encontrado una peor. Podría deleitarme en como son los chinos pero creedme, no sería algo agradable ni siquiera de leer.
Aún así creo que es un país que si tenéis la oportunidad de visitarlo, debéis hacerlo. Personalmente me ha encantado la sensación de desconcierto, de darme cuenta de que no lo tengo todo controlado. Y de que tampoco pasa nada sabéis?
Y empezando con el viaje en sí, estuvimos tres días en Beijing, la capital del país y una de las ciudades más pobladas del mundo. No había visto tanta gente junta en mi vida, masas y masas de chinos, y muy poco turista extranjero.
Mis consejos básicos para sobrevivir a Beijing:
- Llevad calzado cómodo y que transpire. Hay que andar muchísimo y hace mucho calor.
- Hidrataos mucho. De verdad que hace mucho calor.
- Llevad clinex. No hay servilletas en los restaurantes ni en los baños.
- No hay baños como los europeos, son los tradicionales chinos, es decir agujeros en el suelo. Así que mi consejo es que busquéis los baños de minusválidos o salgáis del hotel con los deberes hechos.
- Si no habláis chino, cuando vayáis en busca de un restaurante, fijaros que en el menú tengan fotos. Aunque siempre parecen más de lo que son, si no hay fotos os podéis llevar una sorpresa. Para los más atrevidos, para pedir el menú en ingles se dice: "Nǐ yǒu yīngwén càidān ma?" (la C se pronuncia como CH) es "Tienes el menú en ingles?", y " bù lá" (la B se pronuncia como P) es "sin picante".
- No hablan inglés. Nadie, ni en los hoteles, ni en los taxis.
- Llevad la dirección el hotel escrita en chino y un par de direcciones básicas.
- Llevad siempre dinero en efectivo.
- Hay muchos controles de seguridad. Algo positivo a destacar es que me sentí realmente segura en cuanto a robos y demás, más que en algunas zonas de mi ciudad.
- No esperéis coger muchos taxis, normalmente no paran y si tenéis suerte fijaros en que pongan el taxímetro, sino prepararos a regatear.
- Todos los souvenirs que compréis, os intentaran timar, así que hay que regatear sin medida.
- Y muy importante, como he dicho, hay muchos chinos, MUCHOS, así que si planeáis un viaje aquí es que evitéis en la medida que se pueda días festivos e incluso si podéis fines de semana. Los chinos se mueven mucho de una ciudad a otra.
Plaza Tiananmen: Es el centro de la ciudad y la plaza más importante de Beijing. En la plaza hay varios monumentos importantes como la Torre de Tiananmen (con el retrato de Mao), el monumento a los Héroes del Pueblo o incluso el Museo Nacional de China. La ceremonia de izamiento de la bandera se celebra todos los días en esta plaza.
Parque Jingshan; vistas a la Ciudad Prohibida y Beijing desde arriba, perfecto para ver el atardecer.
Donghuamen Market; una calle donde hay un tradicional mercado nocturno, situado en Wangfujing, una de las mayores calles de tiendas de la ciudad. Es sin duda algo interesante de visitar, abstenerse aprensivos, y si, puedes comer escorpiones, ciempiés, serpientes... O no, ya eso es decisión de cada uno. Un detalle, los escorpiones están vivos..
La Ciudad Prohibida: con más de 950 edificios, el palacio imperial chino es uno de los mayores atractivos de la ciudad. Es enorme, con rincones muy bonitos a pesar de que esta muy, pero muy, masificado. Para entrar piden el pasaporte.
El Templo del Cielo: es el el lugar donde se hacia la ceremonia del culto al cielo. El templo es una de las obras maestras más antiguas y está rodeado por un parque enorme donde se respira calma y tranquilidad.
Los Hutong: Los hutong son las calles que formaban los alrededores de la ciudad prohibida antiguamente, habían cientos. Si vais andando hacia el sur de la ciudad pasando por la plaza Tiananmen os encontrareis con ellos. Son callejones, algunas calles más estrechas donde podéis experimentar la vida de la gente antigua de Beijing. (A las 22 h los restaurantes y tiendas cierran y las luces se apagan)
La Gran Muralla: no podía faltar visita a una de las Maravillas del Mundo. Nosotros fuimos a la sección de Mutianyu, esta restaurada y aunque hay gente se puede visitar tranquilamente. Esta a unos 70km de Beijing y hay autobús que te lleva directamente desde la estación y además hay mucha oferta en cuanto a excursiones y conductores privados que también hacen el viaje, normalmente los podéis encontrar en las puertas de los hoteles.
Se puede subir andando o en teleférico pero sobretodo recomiendo totalmente la bajada en tobogán, una de las mejores experiencias del viaje.
Nos vemos pronto!
Arien.